Hay cookies que se portan bien. Y después está esta.
La Cookie Red Velvet nació como respuesta a: ¿qué pasa si combinamos una masa suave con toques de vainilla y chocolate, la rellenamos con un frosting de queso crema y vainilla, y la bañamos completamente de chocolate blanco? UNA BOMBA.
Una cookie intensa, cremosa, crujiente por fuera y suave por dentro. El tipo de cookie que te obliga a frenar todo lo que estás haciendo.
Es un deja vu, esto ya lo vivimos con la Lemon Bomb, la Nutella Bomb y con la Lotus Bomb. Y sí, ustedes siempre terminan pidiendo que se quede. Pero esta vez, lo decimos en serio: es por tiempo limitado.
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